El quinto martes: Hablamos de la familia.
Era la primera semana de septiembre, la semana de la vuelta a clases. Boston estaba abarrotado de estudiantes que aparcaban en doble fila en las calles, que descargaban sus equipajes. Para grabar sus conversaciones, habían descartado los micrófonos de mano, porque al viejo profesor le costaba demasiado trabajo sujetar algo durante tanto tiempo. Entonces empezaron a usar los miniatura. Naturalmente, como el viejo profesor solo llevaba camisas de algodón blando que le caían sueltas sobre su cuerpo que se encogía cada vez más, el micrófono se hundía y se agitaba. Entonces Mitch se tenía que acercar a ajustarlo con frecuencia. Cuando Mitch se inclinaba sobre él, oía su respiración trabajosa y su tos débil. El viejo profesor tenía fotos en las estanterías de niño con su abuela, con su hermano David, con su mujer Charlotte, con sus dos hijos Rob, periodista en Tokio y Jon, informático en Boston. El viejo profesor llama "la seguridad espiritual" de uno a saber que tu familia esta